Qué es el Turismo de Aventura; El turismo de aventura es grande, es emocionante, es divertido… pero ¿qué es en realidad? En este artículo te enseñaremos todo sobre este apasionante tipo de turismo, cuál es la historia que hay detrás del turismo de aventura, cuáles son los diferentes tipos de turismo de aventura y qué increíbles ejemplos de este tipo de turismo hay en todo el mundo.

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El turismo de aventura es aquel que implica cualquier tipo de actividad o aventura. Se refiere especialmente a las que implican riesgo o requieren una amplia planificación. La Adventure Travel Trade Association lo define como una actividad turística que incluye actividad física, intercambio cultural o actividades en la naturaleza.

También se puede describir como la suma de los fenómenos y relaciones que surgen de las interacciones de las actividades turísticas de aventura con el entorno natural fuera de la zona de residencia habitual del participante y que contiene elementos de riesgo en los que el resultado está influenciado por la participación, el entorno y el organizador de la experiencia del turista.

En última instancia, el turismo de aventura, como su propio nombre indica, se basa en la aventura. Es un término bastante amplio y muchos dirán que es subjetivo (lo que uno considera aventura, puede que otro no). Sin embargo, es una parte importante de la industria turística y, aunque es un ejemplo de turismo de nicho, el sector está creciendo rápidamente. Hay muchos tipos de actividades y de viajes que se engloban bajo el término de turismo de aventura.

Por supuesto, la gente lleva viajando desde hace siglos: la historia del turismo es larga y fructífera. Con el paso de los años, los viajes evolucionaron hasta convertirse en turismo (viajar por viajar) y ahora podemos ver muchas ramas diferentes del turismo.

Las raíces del turismo de aventura se remontan quizás al año 569 d.C., cuando Alboin, rey de los lombardos, escaló el Matajur en los Alpes. El turismo de aventura consiste en hacer algo con un poco de riesgo y en planificarlo. No sabemos cuánta preparación hizo Alboin para esta expedición o si fue una especie de escalada improvisada, pero puede considerarse un ejemplo temprano de turismo de aventura. La escalada de montañas en esta época era generalmente una actividad práctica o simbólica. Se solía hacer por razones económicas, políticas o religiosas.

Sin embargo, en el siglo XIX, los aventureros fueron ampliando los límites. Se convirtió en un deporte formal y la gente lo hacía por diversión. Otras actividades de aventura, como la espeleología, el descenso de ríos, el rápel y el barranquismo, surgieron como una forma divertida de pasar el tiempo. Cuando la gente se aficionó a ellas, estas actividades formaron parte del turismo de aventura. Se crearon organizaciones como Nat Geo y también The Explorers Club, así como Boy Scouts y Girl Guides en cierta medida. Estas organizaciones siempre han promovido y apoyado el turismo de aventura.

En los últimos años, los deseos de los consumidores han evolucionado y muchas personas se han alejado del modelo tradicional de paquetes vacacionales de sol, mar y arena y buscan, en cambio, experiencias alternativas. Hay una amplia gama de tipos de turismo que la gente está adoptando cada vez más hoy en día, y un ejemplo es el turismo de aventura. Hay más empresas de turismo de aventura, incluidas las agencias de viajes y los operadores turísticos especializados en este campo, que nunca antes.

Ya sabemos qué es el turismo de aventura y sus orígenes, veamos los diferentes tipos que hay.

El turismo de aventura puede dividirse en dos «tipos». Estos son el duro y el blando. A continuación se analizan las diferencias.

Turismo de aventura duro

Como su nombre indica, el turismo de aventura duro se refiere a las actividades que suelen ser de mayor riesgo. Requieren un entrenamiento intenso, cambios en la dieta, mucha práctica, un guía, etc.

Turismo de aventura suave

Las actividades de aventura suave son lo contrario: mucho menos arriesgadas y no requieren el compromiso a largo plazo que suelen tener las actividades de turismo de aventura duro. Suelen estar dirigidas por un guía turístico, pero se puede hacer este tipo de cosas sin él. Por lo general, son mucho más populares, ya que son actividades más fáciles y (como se ha mencionado) tienen un riesgo mucho menor.

Hay muchas actividades que se engloban bajo el paraguas del turismo de aventura. Tanto si viajas simplemente con el propósito de emprender esta aventura como si decides incorporarla a tu viaje, si has realizado alguna de ellas eres oficialmente un viajero de aventura.

Las dividiremos en duras y blandas como en el caso anterior. Actividades como el paracaidismo son algo que se puede hacer en la mayoría de los lugares, siempre que el tiempo lo permita; el esquí, sin embargo, requiere condiciones específicas y muchas colinas.

Actividades de turismo de aventura duras

• Montañismo/escalada de montaña.
• Espeleología.
• Escalada en hielo.
• Escalada en roca.
• Paracaidismo.
• Trekking/senderismo intenso.
• Buceo libre.
• Ciclismo extremo.

Actividades de turismo de aventura suave

• Observación de aves.
• Buceo con escafandra autónoma.
• Paseos a caballo.
• Kayak/rafting.
• Esquí.
• Orientación.
• Safari.
• Piragüismo.
• Pesca.
• Senderismo (suave).
• Esnórquel.
• Caza.
• Surf.
• Snowboard.
• Ecoturismo.

Ya sabemos qué es el turismo de aventura, su historia, tipos y diferentes actividades. ¿Qué destinos son los más populares para todo esto?

Se puede disfrutar de actividades de turismo de aventura en prácticamente cualquier destino. Sin embargo, hay algunos más que otros que están mejor preparados para esta rama del turismo.

Turismo de aventura en la India

El turismo de aventura es un gran negocio en la India. Este país diverso y espectacular tiene mucho que ofrecer, y uno de los grandes atractivos es el senderismo y el trekking. Hay muchos lugares increíbles para hacer senderismo en la India. Las caminatas suaves son una forma de turismo de aventura suave, mientras que algunas caminatas más intensas pueden entrar en la categoría dura. Uttarakhand es uno de los mejores sitios para hacer senderismo en la India; el «Roopkund trek» es una famosa caminata alrededor del lago Roopkund, que está rodeado de cientos de esqueletos humanos.

Otros ejemplos de turismo de aventura en la India son el surf en Kovalam, el esquí en Auli y el rafting en Rishikesh.

Turismo de aventura en Islandia

La bella Islandia es uno de los parajes más populares para visitar las auroras boreales. Esto en sí mismo es un poco de aventura, pero hay todo tipo de cosas que se pueden hacer en esta rama del turismo. Por ejemplo, se puede hacer snorkel o submarinismo en la fisura de Silfra, o adentrarse en un volcán inactivo en Thrihnukagigur.

Turismo de aventura en Costa Rica

Es imposible aburrirse en un lugar como Costa Rica. El país tiene mucho que ofrecer, y es un ejemplo de un sitio que para la mayoría de nosotros (no importa de dónde vengas) es bastante exótico. Adéntrate en la selva en tu aventura para ver la colorida vida salvaje; visita los volcanes y los bosques nubosos de Costa Rica; haz rafting, senderismo, tirolina y mucho más. Puede reservar viajes de varios días que abarquen todas estas cosas, o puedes quedarte en un paraje tranquilo y relajarte durante la mayor parte de tus vacaciones, y optar por reservar una excursión de un día para vivir alguna aventura.

Turismo de aventura en Nueva Zelanda

Considerada por algunos como la cuna del turismo de aventura, Nueva Zelanda es una visita obligada para cualquiera que se plantee este tipo de viaje. Con tanto espacio y una población tan escasa, ¿es de extrañar que este pequeño y encantador país albergue tantas aventuras? Admira las vistas desde las alturas practicando paracaidismo en muchos lugares diferentes, o haz rafting en la cascada más alta del mundo en la que se practica este deporte, en Rotorua. Desde la espeleología hasta la conducción en todoterreno o el heliesquí, en Nueva Zelanda hay muchas opciones.

El turismo de aventura tiene muchas ventajas. Una de ellas es que es muy divertido. Probar algo nuevo, o hacer algo que ya te gusta, es una forma brillante de pasar el tiempo mientras viajas. Adquirir una nueva habilidad o perfeccionar la que se ha estado aprendiendo durante años es una sensación de logro. Esto es especialmente cierto en el caso de las actividades que requieren un gran esfuerzo físico, como el esquí, o el entrenamiento, como el alpinismo.

El turismo de aventura está creciendo rápidamente, y con ello la creación de empleo. Este es un beneficio indudable de cualquier tipo de turismo. Se crean puestos de trabajo para guías e instructores, para personas que trabajan en el departamento de reservas de las empresas turísticas, para personas que trabajan en hoteles o restaurantes en zonas que la gente no podría visitar de otro modo. Todo esto significa que la economía crece y la industria prospera, lo que se traduce en un impacto económico positivo del turismo. Las comunidades locales se benefician de todas las formas de turismo. Esto no es una excepción.

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Debido al aumento de la popularidad del ecoturismo y a las continuas conversaciones en torno a la sostenibilidad, las empresas de turismo de aventura suelen dedicarse a proteger el medio ambiente. Aunque pueda parecer que estas actividades podrían ser perjudiciales, a menudo no lo son. Esto se debe a que las empresas se aseguran de que las actividades que ofrecen sean también respetuosas con el planeta. Además, permiten que más personas se enamoren del aire libre.

No podemos hablar de qué es el turismo de aventura sin mencionar sus desventajas.

Nada es blanco o negro, por supuesto, y los puntos de ambos lados son increíblemente matizados. Aunque estas actividades son una oportunidad divertida de probar algo nuevo, pueden ser peligrosas. Las actividades de turismo de aventura más duras se consideran de alto riesgo. Muchas de ellas exigen la firma de un descargo de responsabilidad (como el paracaidismo) y para algunas se necesitan meses, si no años, de formación. La mayoría de las compañías de seguros tampoco te cubrirán. Para escalar el Monte Everest, por ejemplo, se necesita un permiso que, sumado a las tasas, puede costar unos 20.000 dólares, incluso antes de comprar el equipo. Además, hay que cumplir unos criterios muy estrictos para que te concedan uno.

Y aunque muchas empresas de turismo de aventura velan por el planeta, los particulares no suelen hacerlo. No hay garantía de que los visitantes sean siempre respetuosos con el entorno local. Desde pisar cosas que no deberían hasta arrojar basura, son muchos los aspectos negativos que podemos ver en un aumento de la afluencia de personas.

También puede haber impactos culturales y sociales. Con más visitantes, los lugareños pueden ver algún tipo de pérdida de su patrimonio cultural con el tiempo. Esto puede ser devastador. Con más turistas, sobre todo en temporada alta, los roles de la gente en la sociedad cambian de forma natural. El statu quo se ve afectado.

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